Entrega gratis
a partir de 75€
A menudo, hay cierta confusión a la hora de distinguir entre diferentes prendas de vestir como lo son los sweats y los hoodies. Si bien estos términos pueden parecer similares, en realidad hay características clave que los diferencian. En este artículo, exploraremos esas diferencias para ayudarte a comprender qué hace única a cada prenda y cómo saber cuál es el mejor ajuste para ti.
Antes de abordar en sus diferencias más detalladas, es importante entender qué es cada uno. Un sweat, también conocido como sudadera o sweater, se refiere a una prenda hecha generalmente de algodón o mezcla de fibras, que se utiliza para mantener el calor durante los meses fríos. Por otro lado, un hoodie -o simplemente capucha, es una sudadera con capucha integrada, diseñada para proporcionar una capa adicional de protección contra el viento, la lluvia y el frío.
La principal diferencia entre estas dos prendas es la presencia de una capucha en el caso del hoodie. Esta característica ofrece un aspecto más casual y deportivo al usuario, además de ser funcional ante las inclemencias del tiempo.
Otro aspecto en el cual varían es la existencia de bolsillos. Muchos hoodies tienen bolsillos en la parte delantera, que pueden ser kanguro (compartido), o separados. Por su parte, los sweats no siempre cuentan con bolsillos, y si lo tienen, pueden presentarse en diferentes diseños, desde una simple abertura a ambos lados del cuerpo hasta más sofisticados con cremallera.
Tanto los sweats como los hoodies pueden encontrarse en modelos sin cierre (pullover) -deslizándose por la cabeza para ponerse-, así como con cierres como cremalleras o botones. Sin embargo, lo más habitual es encontrar hoodies tipo pullover o con cremallera frontal, mientras que los sweats tienden a ser mayoritariamente pullover o con cuello redondo. En el caso de los sweats con botonadura, son comunes en diseños estilo cárdigan.
Aunque ambos están hechos principalmente de algodón, suele haber diferencias entre las mezclas de fibras utilizadas en hoodies y sweats. Los hoodies tienden a usar materiales de punto grueso combinados con otros textiles sintéticos como el poliéster. En cambio, los sweats generalmente cuentan con una mayor proporción de algodón, siendo el bucle interno un aspecto clave en muchos de estos modelos. Estas diferencias pueden provocar diversas sensaciones al tacto, acorde a la preferencia y necesidades del usuario.
Al estar más enfocado en mantener el calor, los sweats tienen generalmente un tejido más denso, lo que ayuda a retener el calor en su interior. En cambio, aunque también cumplen la función de abrigar, los hoodies poseen una capa térmica menor en comparación con los sweats para compensar la presencia de la capucha.
Ambas prendas se pueden encontrar en diversos colores, estampados y cortes. Sin embargo, debido a la imagen más casual asociada a los hoodies, estos suelen contar con una gama más amplia de opciones. Algunos hoodies incorporan incluso detalles adicionales como cordones en la capucha o aplicaciones de marca en el tejido.
Tanto los hoodies como los sweats suelen ser piezas holgadas pensadas para ofrecer comodidad al usuario. Estas prendas varían en tallas según la marca, por lo cual es conveniente probar cada producto de diferentes marcas para asegurar el mejor ajuste personalizado. Cabe destacar que muchas marcas deportivas tienden a incluir más modelos de hoodies, mientras que las marcas de moda tanto casual como formal optan por más variedad en sweats.
A la hora de elegir entre estas dos prendas, es crucial considerar tus necesidades personales y estilo de vida. Aquí te dejamos algunos puntos clave a tener en cuenta:
En definitiva, aunque ambos pertenecen al mismo espectro como prendas de abrigo, existen diferencias notables entre sweats y hoodies en aspectos como su diseño, talla, marcas, funcionalidad y tipo de tejido. Tomando en cuenta estos factores, podrás hacer una decisión informada acerca del modelo ideal para tu armario.